Hay cosas que tienen que ser creidas para ser vistas....

Siempre hemos tenido con los chicos fantasías super simpáticas , en su momento solo lúdicas y al parecer sin mas beneficios q el esparcimiento y los ratos de risas con amigos.... Estábamos en Arseguel, un pueblo de quince casas y algunos habitantes mas perdido en la mitad de los Pirineos catalanes cuando ocurrió un hecho singular que esta muy bien contar. De aquellas fantasías, por lo que fuere, había algunas mas recurrentes como por ejemplo la idea o idilio de que la vida tuviera banda sonora. Lo que imaginábamos es como seria el día a día si estuviera apoyado por el mismo recurso del cine de agregar música a las escenas para dar mas énfasis, claridad o importancia a determinadas situaciones o momentos. La visita al montañoso pueblo fue porque Juanita nos había contado que ese fin de semana se llevaba a cabo un festival de acordeonistas. En Madrid era puente (finde largo) entonces nos tomamos los tres días para pasarlos en el pueblo. La situación era idílica; calorcito, naturaleza, tranquilidad, gente disfrutando del momento y un programa completo de mini conciertos de bandas de acordeonistas que interpretaban músicas tradicionales de la zona (para hacerse una idea mejor, la música era muy similar a la de Amelie). Muy importante para la anécdota es situarse espacialmente, todo esto ocurría en un radio q no superaría las dimensiones de una manzana porteña y el pueblo estaba rodeado por montañas frondosas y verdes cosa que ayudaba muchísimo a que hubiera una acústica natural formidable. Además, en los momentos en los que no había nada programado los artistas se dedicaban o a ensayar o a mostrarse mutuamente sus virtudes. Todo esto significaba que permanentemente hubiera música en el aire, tan permanentemente que era muy fácil habituarse a ella. Uno de los días, creo q el segundo, nos fuimos después de almorzar a dormir la siesta bajo unos arboles, lo que quiero contarles sucedió allí.. El paso entre la vigilia y el sueño o viceversa tiene tintes mágicos, debería haber una palabra que lo defina. Lo que ocurre en ese mundo intermedio no es ni nuestra realidad ni tampoco nuestros sueños, es un hibrido, por eso si al despertarnos nos hablan muy rápido no entendemos o muchas cosas que pasan o percibimos antes de dormirnos las consideramos soñadas. No recuerdo lo que soñé... pero en el momento en que comencé a despertar había en el aire una melodía serena, pacifica, hermosa. En ese momento volvieron a mi las fantasías con mis amigos y pensé "esto es como lo que siempre quisimos, la vida tiene tiene música, en este preciso momento esta teniendo banda sonora" la música estaba en el aire, elegida por nadie pero haciendo de complemento fundamental de ese momento... Me quede un rato muy largo disfrutando de mi descubrimiento, de la música, de la sombra del árbol y la comodidad del pastito. Pero con el pasar de los minutos todo se esfumaba y otro pensamiento ocupaba su lugar; las cosas que queremos pasan, en verdad pasan, simplemente están ahi esperando que que uno afine los sentidos y las perciba o tenga ganas de percibirlas. La banda sonora de la vida nos divertía tanto por lo que representaba como por lo loco que nos parecía el concepto, pero en ese momento para mi si existió, fue real y depende de la magia que uno quiera imprimirle a la vida verlo o no. Sin embargo lo genial es que esto puede extenderse a lo que queramos, a lo que apunto es que como pienso ya hace mucho y la vida no para de darme pistas de que por ese lado esta la dirección es q solo es cuestión de actitud, una vida mágica o mundana dependerá de cuanta magia queramos agregarle a una vida que mundana ya es...